martes, 7 de junio de 2011

Incertidumbre

Podría ser un tren o un avión, pero yo esta vez elegí estar arriba de un barco que por más precario que sea, me mantiene viva. El mar a veces luce enfurecido y otras veces calmo. No sé que hay allí abajo, pero el salto de un delfín o la aleta de algún tiburón me sugiere que en tanta agua hay adversidad, felicidad y sorpresa.
No estoy sola. Somos muchas caras y muchas historias, cada uno rema con lo que puede. Algunos renuncian y otros siguen aunque haya que hacer mucha fuerza. La misión es bajar a la tierra, para encontrarnos con los nuestros, pero muchas veces la tormenta nos atrasa o alguna corriente traicionera nos hace perder el rumbo. Creamos en el buen puerto. Que la calma sirva de contención. Motivemonos y riamos porque sino no sirve. De noche a veces hace frío, pero llega el día y hay que encararlo, y aunque las nubes tapen el sol o llueva no hay que perder las esperanzas. No hay capitán así que todo depende de nosotros. Debemos ayudarnos y al primero que trastabilla, no dejarlo caer. Muchas veces me hundí entre las olas y pensé que no me iba a salvar, pero siempre hubo alguien que me dio una mano. Somos una comunidad con ganas de cruzar el mar para después poder contarlo.





Jorge Drexler no queda fuera y cuaja perfecto para la ocasión. Genio



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