miércoles, 1 de junio de 2011

La belleza que hiere

La fama y la juventud. Las fiestas que abren puertas a las adicciones. Los amoríos y los engaños. El precio de ser una estrella. Las cámaras, los flashes. La luz y la oscuridad. La belleza y la fealdad.

Edie Sedgwick y Gia Carangi fueron producto de la fábrica que crea celebridades y que destruye almas. Soñaron por estar allí en la cima, pero sus vidas no fueron más que pesadillas que acabaron fugazmente con sus aspiraciones. Nueva York une estas dos historias

Sedgwick fue modelo y actriz, musa inspiradora de Andy Warhöl (ícono del Pop Art). El destino de ambos se cruzó en Nueva York, en 1965, y los deseos de Warhöl pronto se hicieron realidad: aquella tierna mujer de delgadas curvas e impactante rostro, nacida un 20 de abril de 1943 y oriunda de Santa Bárbara (California), comenzó a trabajar para el imperio del artista: La factory, un sitio conformado por espíritus bohemios y psicodélicos. Ella fue protagonista de su propia desgracia, que ya se venía gestando desde su prestigiosa y acaudalada familia que con lo único que contaba era con dinero, ya que sufrió trágicamente la perdida de dos hermanos, fue abusada por su padre, sufrió de anorexia, de inestabilidad emocional, sometimiento. Todo fue fatalidad.
Edie se subió a un tren que partió rápido de la estación y que llegó a destino con mucha prisa dejando muchos proyectos en el camino. Las drogas no tardaron en apoderarse de su inquietante personalidad. Sentía pasión por la gente, deseada por multitudes. Mujer de orgías, fumadora complusiva, todos los vicios. Amante de Bob Dylan “just like a woman”. Bob Neuwirtth. Numerosas peleas con Andy. Figura de The Poor Little Rich Girl, Kitchen, Ciao Manhattan. Loca y angelical. Linda pero vacía. Excitada por anfetaminas y heroína. Fue por una sobredosis el 16 de noviembre de 1971, a los 28 años. Una chica tan frágil como la porcelana.


Edie Sedgwick
29 de enero de 1960, Philadelphia (Pennsylvania) había dado luz a Gia. Modelo y dueña de una belleza natural que no pudo aprovechar. Habitante de la oscuridad, la promiscuidad. Convivió en las adicciones. Proveniente de una familia conflictiva e irresponsable que no supo controlar la rebeldía de una niña con ganas de experimentar.
Precoz y curiosa, comenzó a formar parte de importantes desfiles, tapas de revistas, sesiones de fotos. Sus días en Studio 54 y Mudd Club. Se divertía, jugaba con las cámaras, rompía con los esquemas del prototipo de mujer. La bisexualidad. La mujer que la embellecía para cada evento era quien le embellecía el corazón, Sandy. Con ella vivío una vertiginosa y salvaje relación de amor y odio a la vez. Parecía que Gia estaba en buenas manos, parecía que alguien la cuidaba y la alejaba del infierno.
Las flores que decoraban su jardín comenzaban a morir, Wilhelmina Cooper. Alguna vez encontró el sol, pero todo era negro otra vez, marchito y tenebroso. Comenzaba a alejarse, a decaer, volvía al suburbio de la depresión y la soledad. La heroína la buscaba todos los días y la sumía en un espacio que la ahogó en poco tiempo. Las heridas empezaban a marcar territorio en un cuerpo ya débil. El glamour y el llanto.
El HIV en los 80. Tratamientos. Prostitución a cambio de estimulo, de adrenalina que sólo conseguía en los narcóticos. Ya nada importaba, ya a nadie le importaba. El 18 de noviembre de 1986 el cielo le abrió las puertas. Se fue con 26 años y producto de una fulminante neumonía, en condiciones deplorables, sola y olvidadada. 

Gia Carangi

En lo personal, recomiendo dos películas que reflejan la vida de Gia y Edie. Busqué los trailers en español, pero sólo los encontré en inglés: 

- The Factory Girl (2006): con la actuación impecable de Sienna Miller como Edie Sedgwick y de Guy Pearce como Andy Warhöl.


- Gia (1998): con la fabulosa interpretación que hace Angelina Jolie de Gia.








1 comentario:

  1. muy cierto ...que lindo lo que escribis como lo trasmitis,beso mama.muy buena la peli gia,la otra no la vi.

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